jueves, 30 de abril de 2009

Hamlet y Apocalypto

HAMLET (Hamlet-1920) de Svend Gade y Heinz Schall
APOCALYPTO (Apocalypto-2006) de Mel Gibson


Él no es Laurence Olivier (sino Heinz Stieda)
y ella tampoco (sino Asta Nielsen)
Reguero de sangre escandinava
La trama (en un prólogo y 6 actos) explica como la Reina (Mathilde Brandt) cree que su marido (Paul Conradi) ha muerto en batalla y finge que su hija recién nacida es un varón, de manera que la continuidad de la corona esté asegurada. Cuando el Rey Hamlet regresa sano y salvo, ambos deciden mantener tal falacia antes que desdecirse y dejar una impresión de debilidad. Con el tiempo, el "príncipe" Hamlet crece convirtiéndose en una andrógina Asta Nielsen que es enviada a estudiar en Wittenberg, entrando en amistad con Horacio (Heinz Stieda). Aparece el tío Claudio (Eduard Von Winterstein) que conspira y asesina al Rey Hamlet, apoderándose del trono y del amor de la Reina. Hamlet, que regresa a Dinamarca, nota detalles extraños y decide realizar la famosa prueba teatral (ordena a un grupo de comediantes que monten una versión del asesinato del Rey Hamlet para observar la reacción de Claudio). Con la certeza de que Claudio y la Reina asesinaron a su padre, Hamlet se propone hacer justicia por propia mano y comienza una batalla de nervios con sus pérfidos enemigos. Peones de esa batalla son Ophelia (Lilly Jacobsson), su hermano Laertes (Anton De Verdier), el padre de ambos Polonio (Hans Junkermann) y, por supuesto, el mejor amigo de Hamlet, Horacio. [1]


Torturas en la América Prehispánica
Reguero de sangre mesoamericana
1502: Una aldea mesoamericana es invadida por unos feroces mayas y sus guerreros son asesinados. El jefe de la expedición (Raoul Trujillo, una mezcla entre Yul Brynner y Woody Stroode) se retira llevándose consigo numerosos prisioneros, hombres y mujeres. El protagonista, Garra de Jaguar (Rudy Youngblood), es uno de esos prisioneros y su esposa e hijo (Dalia Hernandez y Carlos Emilio Báez) han quedado ocultos en un foso del que no pueden escapar sin ayuda externa. La extensa marcha de los prisioneros culmina con la venta en el mercado de esclavos de algunos de ellos y la preparación para el sacrificio del resto. La cámara sube a la pirámide y nos hace testigos del proceso de enterrar el puñal sagrado en la boca del estómago de la víctima y arrancarle el corazón con la mano, decapitación y posterior arrojado del cadáver escaleras abajo, donde es atajado por la multitud exhultante. Un fenómeno celeste (un delirante eclipse acelerado) detiene la macabra ceremonia y el sumo sacerdote (Fernando Hernández, que tiene las facciones del famoso "príncipe de Palenque") permite al jefe de los guerreros encargarse de los prisioneros. Es aquí cuando la película realmente llega al "get the point", que plantea su tema esencial, nada más y nada menos el de la cacería del hombre por el hombre. [2]

Enlace
Bienvenidos al reino de la ficción. Quienes atraviesen estas puertas, solo deben preocuparse y observar una sola premisa: la lógica interna, es decir el principio de simetría que hace que la ficción propuesta tenga coherencia de principio a fin dentro de las reglas que la propia ficción va dictando. De esta manera, es posible un Hamlet que sea mujer y se desenvuelva como hombre... o bien un México precolombino habitado anacrónicamente por mayas que reciben a conquistadores españoles; una corte de Dinamarca cuyos personajes hablan en alemán o guerreros que conversen en un dialecto parecido al antiguo maya pero que, según los especialistas, no tenga nada que ver con él; un Hamlet que no converse con el cráneo y una víctima salvada por un eclipse que viola las leyes de Natura.

Que este sirva como pre-enlace y vayamos directo a nuestro enlace de la noche, que se refiere a las polémicas generadas en torno a las películas mencionadas. Sobre Hamlet podemos decir que cambiar de sexo al personaje ya no era novedad en 1920: la francesa Sarah Bernhardt había debutado en la pantalla con un cortito titulado LE DUEL DU HAMLET (1900). Sin embargo esta es una película de largometraje y se trata de una producción alemana. ¡Imagínese que pudieron pensar los flemáticos británicos shakespeareanos ante semejante travestización llevada a cabo por quienes, no hace dos años atrás eran acérrimos enemigos bélicos! Pero pasemos a la historia reciente, con los improperios que se tuvo que comer el gran Mel Gibson por su visión del imperio maya un tanto infiel a las realidades históricas.

El diagnóstico en común es replicar con críticas cuando extranjeros toman personajes o épocas de nuestro acervo histórico y elaboran versiones que consideramos no reflejan la realidad. Esta manía de ver la paja en el ojo ajeno, ¿es justificada por la "afrenta" cometida? ¿O se trata de una forma de rechazar aquello que los demás ven en nosotros mismos y nos duele enfrentar? En la sincera identificación de la respuesta, según el caso de que se trate, está en juego no solo la honestidad del crítico sino también la riqueza aportada por visiones foráneas de cuestiones culturales propias.

Darío Lavia

Dedicado a la diosa Asta Nielsen y a Fabián Sancho y Silvia Romero, seguidores del cine queer.



Notas:
1: Esta reestructuración de una historia archiconocida rellenando huecos narrativos con material que explique los radicales cambios ejecutados en la adaptación es una genialidad alemana que hoy en día se ha convertido en moneda corriente para la mayoría de las adaptaciones literarias a la pantalla.
2: Recordamos dos precedentes interesantes de esa trama de perseguidores y fugitivo en lúdico juego de vida o muerte. El western RUN OF THE ARROW (El Vuelo de la Flecha-1957) con Rod Steiger y la aventura africana THE NAKED PREY (La Prueba del León-1966) con Cornel Wilde son notables y meritorios ejemplos.

miércoles, 15 de abril de 2009

Monsieur Verdoux y Agente Internacional

MONSIEUR VERDOUX (Monsieur Verdoux-1947) de Charles Chaplin
THE INTERNATIONAL (Agente Internacional-2009) de Tom Tykwer

El asesinato como modelo de negocios particular
La película nos presenta al protagonista, Henri Verdoux (Charles Chaplin, en su primer personaje luego de décadas de interpretar al Vagabundo), recién casado con una dama de sociedad rica, integrante de la estirpe de los Couvais. Verdoux, ni lerdo ni perezoso, arroja a su mujer a un incinerador con objeto de apoderarse de su dinero. "Liquidado" el asunto Couvais, este auténtico "Barbazul" francés se concentra en sus próximas nuevas víctimas. Su propósito no es otro que enviar efectivo a su legítima y minusválida esposa e hijo (Mady Corell y Allison Roddan), que viven en un pueblito de provincia ignorantes de la verdadera fuente de dinero que les permite vivir. Se trata, según indica el subtítulo, de "una comedia de asesinatos", sin embargo, el filme tiene menos pasos de comedia que tristeza y justo resentimiento ante la triste culminación de la II Guerra Mundial, en que la esperada paz final se convirtió en un preparativo para un nuevo y eterno conflicto. Chaplin destila amargas críticas contra la guerra con el famoso diálogo: "matar una persona te convierte en un villano, matar a millones en héroe. Los números santifican". Esta comparación, fuera de lugar (ya que compara el crimen en sociedad con el crimen en la guerra), está vertida en el momento justo en que los Estados Unidos se lanzaban a la paranoica "caza de brujas" macarthysta bajo una reinterpretación de sus propósitos durante la Guerra (primero vencer al totalitarismo nazi-fascista y luego al comunismo). Lo que si es válido es el carácter polémico de las premisas de Verdoux que, vistas sin prejuicios ni anteojeras, plantean inquietudes en aquel entusiasmo bélico de antaño.

El asesinato como modelo de negocios corporativo
La trama se inicia con la muerte de un agente de Interpol (Ian Burfield) que acaba de contactar a un informante perteneciente al omnipotente IBBC. Su compañero, el agente Salinger (Clive Owen) se pone en contacto con una fiscal neoyorquina (Naomi Watts) con la que siguen leves pistas que relacionen a dicha banca con un negociado de armas de guerra. Por supuesto, como suele ocurrir en los buenos thrillers, se trata de la punta de una madeja profusamente enredada, cuyas derivaciones alcanzan gobiernos, revoluciones, países del 3er. Mundo y un asesino profesional (Brian F. O'Byrne) que es denominado "el consultor". La cámara nos muestra postales de Milán, Berlín y Estambul, locaciones que nuestro protagonista debe investigar en el devenir de sus desventuras, pero es en un museo neoyorquino donde se llevan a cabo las secuencias más tensionantes, tras una operación de seguimiento en las calles de dicha ciudad que comenzaba a elevar el termómetro.


Clive Owen a los balazos
Enlace
Chaplin respondió a las fuertes críticas que acarreó su película con una brillante cita: "Von Clausewitz dijo que la guerra es la lógica extensión de la democracia; M. Verdoux siente que el asesinato es la lógica extensión de los negocios". 62 años después, la película de Tom Tykwer no genera el menor revuelo con las reminiscencias del sonado caso del Bank of Credit & Commerce International (BCCI), que en los años '80 y '90 fue eje del "más grande fraude bancario del mundo financiero" [1]: ya no hay ideologías que muevan montañas. Aún así y, siguiendo la frase de Chaplin, podríamos agregar que "los préstamos al Tercer Mundo son la lógica extensión de las corporaciones".



Chaplin y Martha Raye: Verdoux no perdona
Ambas películas ejemplifican como los seres humanos fagocitamos prójimos para sobrevivir, de manera individual con los métodos artesanales de M. Verdoux, o bien en forma organizada y mancomunada a través de ese "subproducto de las artes de la paz" [2] llamado Guerra. Signo de nuevos tiempos en que las guerras masivas ya no se pueden imponer a través de la propaganda patriótica, empresas financieras internacionales, clubes de inversores e instituciones de clearing se dedican a fagocitar recursos monetarios de países emergentes. ¿Meras injusticias? ¿Nuevos métodos de antiguas prácticas? ¿Últimas instancias antes de la esperada igualdad de las naciones? ¿Primeros atisbos de lo que les espera a aquellos países retozones en cuanto a desarrollo industrial y madurez institucional? Tiendo a coincidir con nuestro admirado Sherlock Holmes en su célebre frase "No hay nada nuevo bajo el sol, todo ha sido ya hecho antes". ¿Seguirá haciéndose, bajo la misma forma pero más disimuladamente?

Darío Lavia



1: Citado de Robert Morgenthau, fiscal de Manhattan en Wikipedia. Más información: Follow the money, artículo de Sirota-Baskin para The Washington Monthly.
2: Ahora citamos a Ambrose Bierce en su imprecindible Diccionario del Diablo.

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