jueves, 27 de enero de 2011

El Ciudadano y Vincere

CITIZEN KANE (El Ciudadano-1941) de Orson Welles
VINCERE (Vincere-2009) de Marco Bellocchio


Charles Foster y Rosebud
Muere Charles Foster Kane (Orson Welles). El espectador asiste a su último suspiro. Su muerte no dice mucho y su agonía es idéntica a cualquier otra. Se inicia un noticiario que nos relata prolija y cronológicamente la vida de Kane, su riqueza minera, su incursión en el mundo del periodismo, el ascenso de sus medios de prensa, su intento en la arena política, su vida sentimental repartida entre su esposa y una cantante, sus polémicas, sus giras por el mundo, su palacio privado y su retiro final. El noticiario es producido por una de las empresas del propio Kane, así que suponemos nos ofrece la historia oficial. Un jefe de noticias (Philip Van Zandt) encarga a un empleado (William Alland) que investigue el significado del término "Rosebud" (fue la última palabra que Kane pronunció en vida) para tener alguna certeza sobre el sentido de la vida del finado o bien algún secreto que quiso ocultar a la opinión pública. El periodista intenta hablar con la cantante Susan Alexander (Dorothy Comingore), pero esta, ahora convertida en alcohólica, no acepta hablar. Así que acude a la fundación del Sr. Thatcher (George Coulouris), que fuera tutor del joven Kane, para exhumar un diario personal que le echa luz sobre los primeros años y juventud del personaje. Más tarde se entrevista con Bernstein (Everett Sloane), que guarda un buen recuerdo de Kane y que relata los días en que se hizo cargo de un diario desahuciado; con Leland (Joseph Cotten), que confiesa "...tal vez nunca fui su amigo. Si fue así, nunca tuvo uno. Tal vez fui lo que hoy se dice un pelele"; con la Alexander, que a fin de cuentas y, trago de por medio, accede a recibirlo, relatándole su romance, matrimonio y hartazgo de Kane; y Raymond (Paul Stewart), mayordomo de Xanadu, la extravagante mansión de Kane, que cuenta los últimos y alienados años de su amo. El film invierte todo su metraje en tal pesquisa y Kane solo vuelve a aparecer en flashbacks. El desenlace no aporta ninguna pista esencial y el periodista decide que "Rosebud" es una pieza más en un rompecabezas inmenso y ajeno que nadie está dispuesto a armar.

Benito Amilcare y Dios
Ida Irene Dalser (Giovanna Mezzogiorno) conoce a Benito Mussolini (Filippo Timi) en un mitin socialista donde, en medio del debate por temas tan candentes como triviales, Benito lanza una apuesta contra Dios: "si Dios existe, que me muera aquí mismo en el plazo de un minuto". Silencio sepulcral y, por supuesto, al expirar el plazo nadie expira. Su arrogancia y soberbia, en vez de generar rechazo, siembran en Ida una auténtica devoción que tarde o temprano desemboca en amor. Mientras Benito se involucra en manifestaciones, mitines y discusiones, las noticias caen como bombas (que la paz o la guerra, que Sarajevo, que el ingreso de Italia en la contienda, que el alineamiento con Francia contra Alemania) e Ida sella su incondicionalidad vendiendo todas sus pertenencias, inmueble y materiales, y entregando todo su dinero para que su amado pueda financiar la fundación de un periódico. Poco después Ida tiene un bebé al que bautiza Benito Albino Mussolini. Pero a partir de ese momento todo cambia. La guerra y la aparición de una esposa y un hijo previo de Mussolini afecta la vida de la protagonista que es separada de su hijo e internada en un asilo psiquiátrico. A partir de ahí, ya convertido en líder del movimiento que sería el Fascismo (opuesto a su inicial socialismo) y más tarde el Duce, Mussolini sólo aparece en noticiarios y fotografías de prensa. Promediando el metraje aparece un psiquiatra que da el mejor consejo de toda la película. Para recuperar su libertad y a su hijo, teniendo que sacrificar sus justos reclamos, Ida tiene que "actuar". Estando en la Italia de los años '20 se trata de actuar de "ama de casa fascista", tranquila, sumisa y trabajadora. ¿Logrará Ida seguir tal consejo para rearmar su vida y, quien sabe, formar otra familia, todo por salir fuera del manicomio?

Enlace
¿Qué tendrán en común Kane y Mussolini, aparte de haberse visto en algún momento de sus vidas con Adolf Hitler? Los comienzos en el ámbito periodístico, las pugnas por revelar negociados del poder de turno, las alianzas con candidatos, empresarios o jerarcas y la aspiración por avanzar en la carrera teniendo la vida como un objetivo secundario y de menor importancia. De esta manera, sus primeras esposas influyen más que cualquier amante y sus dos segundas nupcias no desembocan en la supuesta felicidad sino en el descenso al Maesltrom del desasosiego para ambas donnas: Susan Alexander e Ida Dalser.

Parecen vidas calcadas. Pero Mussolini triunfa en su famosa "Marcha sobre Roma" y Kane fracasa en su candidatura. Kane se convierte en una figura influencial de los medios pero no accede al poder. Mussolini se convierte en una figura esencial del poder y abandona los medios. Ambos films apuntan a reconstruir, retrospectivamente, la vida y motivaciones de un hombre (uno a través de quienes lo conocieron y otra por medio de la mujer que dio todo por él). Y es increíble como a veces no hay otra motivación en los actos de las personas que el objetivo material a corto plazo que permite la realización de una aspiración mezquina o el resultado de una manipulación.

Creemos que las grandes personas tienen grandes motivaciones y en verdad, cuando corroboramos que no las hay, imaginamos que no pudimos descubrirlas. En tanto, estas personalidades siguen viviendo, eternamente, a través de las mentes de las personas que los conocieron, aquellos que los entrevistan, los investigadores y estudiosos que alumbran sus vidas y cientos de miles que los odian o reverencian.

Darío Lavia

Dedicado a Orson Welles y Marco Bellocchio

¿PERDISTE ALGÚN Nro. DE CINEFANIA? BAJALOS GRATIS