miércoles, 14 de noviembre de 2007

Que Verde era mi Valle y Alemania Año Cero

"Que verde era mi valle" de John Ford (How Green Was My Valley-1941)
La evocación es una de las fuentes donde abreva la poesía en todos los rincones del planeta.

Esta bella historia trata justamente de esto; un hombre que al momento de la partida de su pueblito natal de Gales, evoca personas, lugares y momentos que han hecho de él lo que él és.

Sus padres, sus hermanos, los trabajadores mineros, su primer gran amor; sus desencuentros en la escuela, las injusticias y por supuesto también las bellezas de aquellos tiempos que, a la distancia permiten una justa y tranquila apreciación.

Una familia, los Morgan, cuyos hijos varones y su Padre trabajaban y horadaban el socavón minero cada día; una bella y laboriosa hermana Angharad (Maureen O'Hara), destinada a enamorarse perdidamente del flamante pastor Mr. Gruffyd (Walter Pidgeon), y un muchachito, el menor de los Morgan, Huw (Roddy McDowall) quien es el que nos comparte el relato.

La historia es sencilla
Los persistentes y justificados reclamos de los mineros por sus jornales cada vez más bajos derivarían en la creación de un sindicato, lo que causó divisiones y zozobra en los hogares más tradicionales, en donde la autoridad paterna no estaba en posición de dar respuestas satisfactorias sobre el tema.

De a poco Gwilym, el padre (Donald Crisp) irá cediendo protagonismo en un mundo que lo desborda, pero sin perder de vista el hecho de que sus hijos deberán transitar un camino distinto y de mucha mayor exigencia, y que éstos nuevos temas no podrán nunca resolverse "a la antigua usanza"*. Requerirán de análisis y de estudio. Habrá que tomar a la Escuela como un lugar imprescindible e insustituible para la formación de estos "nuevos hombres".

Será Mr. Gruffyd quien ponga distancia y luz –desde el púlpito- sobre estos cambios, y será la claridad de sus exposiciones así como su poca complacencia hacia gestos demagógicos y adulones las claves para que Angharad se enamorara muy seriamente de él; y si bien el felm no es un felm "romántico", la bella relación entre ellos luce justa y muy apropiada.**

El fin de la historia de los Morgan y de estos pueblos es lo que leemos en los diarios todos los días.

"Germania Anno Zero" de Roberto Rossellini (Alemania, Año Cero-1948)
Crudo retrato de una Berlín bombardeada, masacrada y derrotada, que sin embargo, alberga millones de sobrevivientes a la guerra. La vida siempre continúa.***

Un grupo de familias que vive hacinada en un edificio apenas en pié es el foco de la historia.

Como el resto de la gente, padecen las inclemencias propias del fin de toda guerra…la escasez de alimentos, la pelea por una credencial de trabajo que habilite el "comer", el siempre resurgente "Mercado Negro", la prostitución como alternativa de aumentar en algo la olla y el uso histérico y conflictivo del agua y de la electricidad, devenidas ahora en bienes de lujo. Solo los hospitales cuentan con higiene y alimentos, pero están reservados para casos extremos. (Por supuesto, las cuestiones asociadas a la educación están en suspenso por tiempo indeterminado).

Y un niño...

...de diez años, Edmund (Edmund Moeschke) es quien debe salir a pelear por la comida para sus hermanos y su padre, hombre enfermo y tan derrotado como su propio país.

Y en su salida va incorporado yeites de otros sobrevivientes adolescentes, que lo introducen en el mundo de los robos menores, pillaje, trucos, del Mercado Negro y del sexo libertino; y con todo este nuevo bagaje incorporado, Edmund terminará asumiendo involuntariamente un papel tutelar entre sus hermanos mayores…

…y en este nuevo rol toma una decisión límite y en solitario: decide envenenar a su propio padre quien no era para entonces sino solo un estorbo y una boca más que alimentar.

A partir de ahí, el vértigo lo rodea y encierra en un trance hipnótico.

Edmond se escapa... y se suicida.

Enlace
Es fascinante el pensar que ambas situaciones, la idílica de "How green..." y la brutal metáfora final de "Germania..." reflejan con el mismo nivel de honestidad, al ser humano.

A veces la violencia se presenta y es ineludible, y obliga a una rápida adaptación de personas y grupos a situaciones tan extrañas como impensadas e indeseadas.

Nunca hubo justicia en nuestro planeta y probablemente, nunca la haya. Al decir del jacobino Marat "Las leyes nunca podrán igualar (refiriéndose a los hombres) lo que Dios ha creado tan distintos". La desigualdad de todos los tiempos ha sido y será generadora de violencia, y no parece haber remedio a esto.

A la idea de "familia" como grupo de contención y seguridad, le apuestan ambos felms, solo que Ford nos invita a recrear –y a recreer- en una familia reunida en torno a la autoridad del padre… esto podrá adaptarse y acotarse pero nunca olvidarse, so pena de pérdida de identidad y de valores esenciales. Esto no soluciona todos los problemas, pero los ordena y prioriza.

Rossellini muestra las consecuencias de los lazos débiles dentro de una familia y del conflicto que genera la falta de "autoridad"; conflicto que se exacerba a gran escala cuando el entorno es árido y hostil.

Los valores inmortales ("valor", "honestidad", "lealtad", para citar algunos de ellos) terminarán siendo el distintivo de unos pocos; pero otros valores (también viejos, sin dudas) como "sagacidad", "repentización" o "precocidad", serán los buscados y deseados, y los que ocuparán grandes páginas y los que reflejarán a los grandes protagonistas de "lo que se viene".

"Germania..." es además, el duro golpe de destino de una sociedad que se percibía a sí misma como vencedora en el conflicto mundial, cuando las marchas militares y los brindis corrían un telón invisible sobre cuestiones como "postergación social" o "marginalidad".

Había que erradicarlas definitivamente, y así lo hicieron (intentaron)…y un buen día, "los marginales" fueron ellos, y las mismas conductas criticables y aberrantes que ellos mismos identificaban claramente con algunos de esos grupos, fueron las que proliferaron entre los propios alemanes: Las reglas de los sobrevivientes, o la "predominancia de los aptos". ****

Son dos niños los protagonistas de ambos felms.

Uno de ellos (ahora adulto) Huw Morgan, emigró a los Estados Unidos.
Edmund Meschke se suicidó.

Son intentos.

Hay otros muchos, pero serán tema de otros dípticos y reservados a mejores plumas.

Patricio Flores

A Anna Magnani


* Una vuelta al entrañable Tevye Topol del "Violinista..."
** En contraposición a otros buenos felms donde "el amor" luce excesivo y agobiante
*** Es todo un milagro
**** La metáfora es de H. Spencer basada en la "Selección Natural" de Ch. Darwin. El más apto bien puede ser reemplazado por "el más vivo", haciendo referencia al párrafo de los "valores inmortales".

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