jueves, 28 de febrero de 2008

Apocalipsis Now y Querelle

APOCALYPSE NOW (Apocalipsis Now-1979) de Francis Ford Coppola y QUERELLE (Querelle-1980) de Rainer Werner Fassbinder

Cada tanto aparece alguien que nos desafía a sopapo limpio a poner en juego nuestros principios, alguien que nos llena de dudas y nos pone a prueba a ver que tan firmes son nuestros cimientos.

“Apocalipse Now” (1979) Francis Ford Coppola
En un lanchón que remonta el Río Nung, penetrando una tupida y enigmática selva sudasiática, el capitán Willard (Martin Sheen) viaja con la extraña y secretísima misión de matar a un superior suyo, el coronel Kurtz.

Kurtz (Marlon Brando), en otro tiempo fiel y destacadísimo oficial del ejército norteamericano, se había desviado de lo señalado... y reescribiendo la Biblia, subyugado y sometido a la exuberante naturaleza y a los residentes de un ríspido paraje camboyano, tornó a mutar hacia dentro, hasta convertirse en Dios.

Ya había intentado el alto mando norteamericano recuperarlo y reinsertarlo en sus filas; también el matarlo y así impedir que uno de los propios se convierta en un enemigo inclasificable y a todas luces mucho peor que "el otro": el Viet-Cong... pero más lo intentaban y más se afirmaba y mitificaba la figura del coronel Kurtz. Era todo un enigma, era un jaque punzante y doloroso provocado ridículamente por un alfil propio, y estaba en las manos del capitán Willard el darle una solución definitiva y rápida. (dicho alfil coronaría con el tiempo y de un modo excepcional en un "Rey verde").

Pero ni se le ocurra pensar, joven, que la tarea era tan sencilla como "ir, ver y matar".

Matar a Dios no es cosa de todos los días, ni tampoco es tarea de soldados... era lógico que Willard dudara de que clase de méritos podría reunir él que lo calificaran para tamaña misión.

Y mientras más se acercaba Willard a su "muelle objetivo", más pequeño éste se tornaba, al tiempo que Kurtz se agigantaba y disipaba fantasmagóricamente adueñándose de cada uno de sus pensamientos: En Willard ahora corre sangre negra bombeada desde el corazón de las tinieblas*.

Turbión de Willard
("Fracaso, muerte segura, 'otro plan que fracasa', mandarán a otro Willard, y a otro... Willard... el Honor, ¿qué valor tiene una medalla? - muerte- la muerte tiene valor en sí misma, no es alegórica como las medallas... pronto seré nadie... ¿y si lo logro?... vendrán hijos y una mujer... merecida gloria a una misión digna de un dios, de otro dios, ¿y Dios?, todos los caminos conducen a Kurtz... ¿y si sobrevivo...? ¿Cómo saldré de aquel lado del espejo? Ya estoy llegando... y es tan pobre o tan miserable el premio como el castigo... me quedo con el castigo como premio, llego hasta su trono, llego... lo mato, vuelvo, lo demás, lo veré cuando llegue el tiempo").

Corolario
Willard llega y mata a Kurtz.

En ajedrez, a ésa circunstancia del juego se le llama "ahogado". No hay ganador.

Querelle (Rainer Werner Fassbinder, 1982)
Puerto de Brest, un barco, el "Vengeur" y toda una tripulación que direcciona sus urgencias sexuales hacia un burdel: "La Feria" -toda la tripulación menos el Teniente Sablon (Franco Nero), quien siendo hombre melancólico y pensante, pasa sus horas libres teorizando acerca del platónico amor que siente por Querelle.

Y Querelle, lejos de toda poesía, es un marino violento, lascivo, asesino y manipulador... Y en el puerto de Brest, Querelle se encontrará con un entorno a su medida.

"La Feria"
Buscando comprador para su opio, Querelle encontrará en el burdel mucho más que solo a un "dealer".

Por empezar, se reencontró con su hermano Robert, amante de la propietaria y madama del burdel Lysianne (Jeanne Moreau); también conoció a Nono (Günther Kaufmann), regente del burdel, moreno inmenso que se cobra las deudas generadas por los dados sometiendo carnalmente a los perdedores (es apropiado acotar que Nono sólo apuesta con marinos); y ni que hablar de Mario (Burkard Driest), un policía cuya imagen imponente y glacial genera espanto y atracción inmediata en Querelle.

Presentados los personajes, veremos a Querelle merodeando, semblanteando, y a poco de relevado el terreno, matando por capricho y a voluntad; lo veremos también sometido carnalmente por Nono y por Mario y también atrayendo y dominando sexualmente a voluntad a Lysianne, en síntesis; lo veremos "en acción".

Y a poco de actuar, será Querelle dueño absoluto del entorno, y como tal, dueño de algunas vidas, vidas que decide acortar por puro placer, o por el ejercicio simple y llano de un derecho natural.

Seblon es quien nos mantiene en equilibrio durante la sucesión de los hechos; Seblon "lo explica" a Querelle, echando luz a tanto capricho, a tanta lujuria, a tanta incontinencia. Lo ama en silencio. Lo contempla en la soledad de su sala de mando; lo venera, no lo toca, lo idealiza.

Y un día, Querelle se rindió ante la firme serenidad de Seblon…

... y ansió por una vez cambiar la adrenalina de la caza mayor por la seguridad y la tranquilidad de una vida apacible, sosegada. Buscó en Seblon aquello que por impropio, no podía encontrar dentro de sí.

"Ahogado" de Querelle
Seblon se negará a romper el hechizo. Lo que nació platónico, debe terminar platónico.

Todo el encanto y fascinación que despertara Querelle en el teniente no podía ni debía nunca contrastarse con la realidad. Era "el sueño de Seblon" y así estaba bien.

Amado y deseado por muchos y sin embargo inmerso en el hastío y en la impunidad del entorno que había generado, Querelle terminará la partida (de su juventud)... en nada, en un "ahogado".

Su relación con su hermano y con Lysianne nunca será algo de valor. No existe en él sentido de familia ni de pertenencia. Querelle es sólo y es único.**

Enlace
Fassbinder / Genet nos tira todas las cartas sobre la mesa. Eso es Querelle, un desparramo de cartas, en donde las reglas del juego cambian caprichosamente pero orientadas a una suerte que – como con los dioses griegos de antaño-, siempre tendrá como destino final el favorecer a los Elegidos.

¿Qué es la realidad? ¿Es ésto que percibimos a diario? ¿Qué tal si fuera Querelle el único que ve las cosas como realmente son? ***

Despojado de toda concepción moral y religiosa, Querelle es un predador salvaje entre víctimas predestinadas, que luchará por mantener su propio espacio entre otros predadores. Sin estatura moral ni intelectual, no aspirará a más que esto. "Todo lo otro" es vanidad ciega, fútil, inservible, debilidad pura.

Kurtz no es Querelle.

Pero ambos someten todo cuanto los rodea; solo que Kurtz terminará sus días sumido en un desprecio absoluto; tan abrumado…que pareciera como si el destino final de los leones no fuera más promisorio ni feliz que el de los antílopes.

Willard era un sacerdote que exponía sus arcanos a un dios... ridículo y patético, pero no inocente. Arriesgaba su vida, o algo más valioso aún: el "sentido" de su vida.

Ya hablamos del "ahogado"... es como hacer tablas pero peor, porque presupone una condición ventajosa tontamente desperdiciada... Willard estaba con vida **** mientras su mente lo agobiaba. Iba derecho hacia el "ahogado" y no podía evitarlo…cuando bajó del lanchón para buscar a Kurtz se quedó en el lanchón para siempre todo su pasado, su fe y su Biblia, y así, desprovisto de todo, se fue a enfrentar a dios, y a matarlo.

Querelle intentó con un golpe desesperado de timón, cambiar su propia naturaleza *****. De haberle salido bien, hubiera sido suerte, pura suerte.

Y así, una partida que a poco de iniciada mostraba claras ventajas hacia su lado del tablero, termina ahogada en un abrupto ataque de conciencia de un jugador que, por haber hecho trampa y violentado toda regla desde el inicio, ahora se niega a terminarla. (Turbión de Querelle******)

Y por si fuera poco con lo expuesto...
Querelle y Kurtz van por todo; Querelle, "ambición pura", por todo lo que cruza en su camino; Kurtz, para confirmar una visión, mejor dicho, una cosmovisión propia y personalísima. Directamente someten y matan, así resuelven todo conflicto que pueda presentárseles, evitando disquisiciones bizantinas o mariconas.

¿Y usted y yo, joven?

Yo al menos, lleno de dudas.

Patricio Flores

A Carlita y a Gastón; y a Hayao Miyasaki.



Notas al pie
* Título de la intensa novela de Joseph Conrad que fuera la base del felm
** Lleva esto al genial personaje de Alain Delon en el felm del genial Jean-Pierre Melville Le Samouraï.
*** Buen punto de partida para discutir con amigos acerca de Platón (en general) y del "paradigma de la línea".
**** Entiéndase por esto un simple "respiraba".
***** ¿Para qué?
****** Me niego a escribirlo, pero lo dejo a conciencia y gusto del lector tan amigo como sufrido

sábado, 2 de febrero de 2008

Traidora y Mortal y Una Historia Violenta

OUT OF THE PAST (Traidora y Mortal-1947) de Jacques Torneur
A HISTORY OF VIOLENCE (Una Historia Violenta-2005) de David Cronenberg

Robert Mitchum y Jane Greer:
Todo a media luz
Retornando al pasado
El encargado de una gasolinería de pueblo (Robert Mitchum) recibe la incómoda visita de un hampón (Paul Valentine), que le dice que su jefe quiere volver a verle. Promete ir a verlo, pero antes se encuentra con su novia (Virginia Huston) y pasa a narrarle prolijamente su oscuro pasado como detective privado en el que fuera contratado por el gangster Whit (Kirk Douglas) para que encuentre a su novia fugitiva, Kathie (Jane Greer), que escapó con 40 mil dólares a México. No pasa mucho tiempo hasta que la encuentra en una taberna de Acapulco y se enamora de ella. El detective dice a Whit no haber cumplido su trabajo y no cobra sus honorarios, pero en verdad, regresa sigilosamente con Kathie para convivir una temporada en San Francisco. Sin embargo, el anonimato termina cuando aparece un potencial chantajista (Steve Brodie) que es baleado por Kathie. Luego de este flashback, la narración regresa al presente, donde Mitchum se despide de su novia y se reúne con Whit, quien no pretende discutir el pasado sino encargarle un nuevo trabajo: conseguir unos papeles en posesión de cierto abogado (Ken Niles). Para ello cuenta con la complicidad de la secretaria de dicho letrado (Rhonda Fleming).

Jane Greer observa, arma en mano,
la pelea entre Mitchum y Steve Brodie
Traiciones mortales
Pero claro, Whit nunca perdona y se trata de una trampa para incriminar a Mitchum en el asesinato del abogado y quitarse del camino dos estorbos: los papeles y al detective. Las cosas no son tan sencillas, y el detective vuelve pero esta vez para negociar con sus propias condiciones, exigiendo dinero para irse lejos a cambio de los documentos en cuestión. Claro, Kathie pretende que lo sigue amando y que "huyamos juntos" y... bueno, la mujer fatal es así. El encontronazo final entre el protagonista, Whit y su novia es letal (para los tres).

Viggo Mortensen se defiende a los balazosViolencia en la historia
Tom Stall (Viggo Mortensen), dueño de un bar de pueblo, se ve llevado a matar en defensa propia a dos pillos de poca monta (Stephen McHattie y Greg Bryk). Su hazaña, publicada en la prensa y las noticias, llama la atención de un rufián de poco más de medio pelo (Ed Harris), que acude al bar y se dirige a Tom como si fuera una persona conocida (un tal "Joey Cusack"). Por supuesto, Tom y su familia comienzan a ser acosados por este mafioso, teniendo esta situación una resolución también sangrienta. El tópico de la trama de si Tom es o no es este tal Joey, queda zanjado por deducción, cuando notamos su rápida capacidad de reacción en situaciones límite y su habilidad para producir daños en el enemigo.

Ed Harris y Viggo:
Por ahora se lo pide por las buenas...
Más violencia
El hampón secuestra al hijo de Tom (Ashton Holmes) y bajo esta presión, Tom accede a marchar con él y regresar a donde su ex jefe. Se trata del último recurso y para este momento, ha perdido la confianza de su esposa y casi el aprecio de su hijo. Con tal prospecto, ingresa en la mansión del "capo" (William Hurt) que resulta ser SU HERMANO *. En esa casa, luego de algunos comentarios rudos se genera un clima tenso que se resuelve (tal como el título del felm lo preanuncia) a las manos (trompadas, puñaladas, disparos, etc.).

Enlace
Parece que esa relación existente entre tiempo y materia (el famoso diagrama cartesiano) también se da en el Ser Humano. Cuando conocemos a alguien, conocemos la faz actual de esa persona, su presente. Una Persona incluye además de un presente, un pasado que ha moldeado esa faz actual que conocemos. A veces, muy frecuentemente, creemos estar en contacto con alguien durante años, décadas, damos por sentado que lo "conocemos". Ese será el "pre-enlace" de esta noche, es decir, "conocer superficialmente".

En Traidora y Mortal, el pasado de Mitchum regresa a su gasolinería, y no solo que lo afronta sino que se lo cuenta a su novia (y al espectador). Mitchum no tiene su pasado olvidado sino que lo ignora; por eso cuando sale a la luz, se sincera con aquella persona que ama. En Historia Violenta, el pasado llega al bar de Viggo Mortensen a través de los hampones y de sucesos traumáticos (ya hemos tocado el tema de "traumas que producen cambios" en un díptico pasado). Será tema de debate de psiquiatras y galenos si Viggo sufre algún trastorno de la mente, lo cierto es que su pasado estaba olvidado hasta para él mismo y afronta todo un proceso para reflotarlo.

Viggo y Maria Bello
en un momento de tensión
La cuestión es que ambas películas nos muestran a personas sin pasado que deben ajustar las cuentas como condición para gozar del presente sin ningún tipo de amenaza. Para resolverlas, deben volver a convertirse en esos personajes que creían haber dejado de ser, Mitchum retomando su oficio de detective para un último trabajo y Viggo volviendo a ser el matón que era antes y arrasando con todos sus enemigos. Cada uno encuentra un final equivalente: Mitchum a través de un virtual suicidio, pero arrastrando consigo a una traidora crónica; Viggo masacrando a su hermano (William Hurt) y muriendo (solo espiritualmente) para renacer a través de un improvisado bautismo acuífero en la orilla de un lago aledaño.

Jane Greer y Mitchum, poco antes de
traspasar las barreras de la muerte
Lo dicho, ignorar un pasado tumultuoso hasta el punto de eliminarlo de la realidad, no asegura evitarlo por siempre: Cada uno carga su propio diagrama cartesiana a modo de cruz.

Darío Lavia



* Suena un poco a telenovela, pero ¡qué quiere que le diga! Es parte de la perfecta lógica de la película. Siendo el hermano perdido, se entiende que William Hurt esté tan ansioso de tenerlo de vuelta.

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