sábado, 28 de febrero de 2009

Cumbres Borrascosas y Exterminio

WUTHERING HEIGHTS (Cumbres Borrascosas-1939) de William Wyler
28 DAYS LATER... (Exterminio-2002) de Danny Boyle


Laurence Olivier y Merle Oberon
La pasión manda
A la mansión llamada "Cumbres Borrascosas", en medio de los riscos de Yorkshire, llega un viajero (Miles Mander) perdido en la tormenta. Es recibido por el amargado propietario, Heathcliff (Laurence Olivier) y su esposa Isabella (Geraldine Fitzgerald) quienes le dan cobijo por esa noche. Conducido por el avejentado criado (Leo G. Carroll) que le anuncia que "nadie durmió aquí por años", queda solo en la lóbrega habitación hasta que escucha un extraño aullido desde fuera: "¡Heathcliff!" Es la voz de una mujer llamada Cathy. ¿Sueño, alucinación o realidad? Para Heathcliff es mucho más que eso, y brinca enloquecido a la tormenta, en busca de su amor perdido. A continuación, nuestro viajero se sienta al fuego y en compañía del criado y el ama de llaves (Flora Robson), comienza a escuchar una historia que se inicia décadas atrás, cuando Heathcliff niño (Rex Downing) es adoptado por el dueño de "Cumbres Borrascosas" (Cecil Kellaway), rivalizando con los herederos naturales, Cathy y Hindley (Sarita Wooten y Douglas Scott). Ya convertida en mujercita, la rica heredera Cathy (radiante Merle Oberon) se comprometerá con el también rico Edgar Linton (David Niven), pero su corazón será del mozo de caballeriza Heathcliff...


Cilian Murphy solo en la ciudad
Un viejo in-out 1
Un grupo de activistas por los derechos de los animales irrumpe en un laboratorio, donde hay una colonia de monos que están infectados con el virus de la rabia y que son altamente contagioso. Ese mismo día Jim (Cillian Murphy), un repartidor, sufre un accidente y queda en estado de coma. Despierta 28 días después, encontrándose con una Londres vacía, después del caos a causa del ataque masivo de las personas enfermas de este virus, que convierte a la gente en fieras sedientas de destrucción.


Olivier, Oberon y Donald Crisp
Enlace
En uno de los diálogos más importantes de Cumbres Borrascosas, Ellen, el ama de llaves, conversa con Cathy en la cocina y le pregunta si aceptará o no la propuesta de matrimonio de Linton. Cathy asiente en un principio, ignorando que Heathcliff está escuchando la conversación, oculto en las sombras. Pero interrogada por Ellen, ella termina aborreciendo la idea de casarse con el ricachón y reconociendo que "Heathcliff es más parte mía que yo misma". Es tarde, porque despechado, Heathcliff ha huído de la cocina por una puerta antes de escuchar esa confesión, marchándose a otro continente con tal de olvidar todo y a todos. Para los soldados de la guarnición en Exterminio, la ausencia de sexo durante el último mes les genera un estado de sobreexcitación tal que el comandante (Christopher Eccleston) decide otorgarles a dos cautivas (Naomi Harris y Megan Burns) para que sacíen sus apetitos. Este será el dinamitante de la tragedia, para los soldados y también para los protagonistas...


Persecución en un túnel
Ambas películas nos presentan conflictos que se desatan en seres humanos que no logran superar ciertas pulsiones. Para Heathcliff es el amor apasionado, el cual le nubla el entendimiento; en vez de fomentar el diálogo, se marcha con las últimas palabras que escucha de su amada; palabras amargas y, por supuesto, móviles en tanto caprichosas. En la otra película, una no predisposición a la autosatisfacción fisiológica motiva que los soldados se pongan eufóricos ante la presencia de las dos jovencitas. En sendos casos, la pulsión no resuelta del amor y del sexo, generan dilemas insuperables para sus torturados protagonistas. Ya en un díptico anterior (dedicado por su autor al Dr. Pedro Ara y al gran Mujica Láinez) vimos que el sexo se afronta una vez resueltas cuestiones previas (el hambre). El amor no es una pulsión distinta al sexo en ese caso: ambas parecen inabordables hasta que, con mucho o poco esfuerzo, se las resuelve, y luego nos generan una sonrisa disconforme como de quien se hizo mucho problema por poco.

Darío Lavia

Dedicado a Monica Bagnardi, Patricio Flores y el gran Marini



Notas:
1 Recordada alocución del idioma de los "Drogos" en la aún vigente THE CLOCKWORK ORANGE (La Naranja Mecánica-1972) del inmortal Kubrick.

viernes, 6 de febrero de 2009

Becket y Valkiria

BECKET (Becket-1963) de Peter Glenville
VALKYRIE (Valkiria-2008) de Bryan Singer

Un atentado exitoso
Canterbury, 1170: El rey normando Enrique II (Peter O'Toole) se apresta a ser flagelado como penitencia por haber hecho ejecutar al Arzobispo de Inglaterra, ante cuyo mausoleo reflexiona como de ser su mejor amigo pasó a convertirse en su enemigo. Seguirá un flashback que abarca el resto de la película y que nos presenta al rey, joven, y a su mejor amigo, el sajón Thomas Becket (Richard Burton), con quien compartía aventuras picarescas tanto como decisiones de Estado. Ante la oposición de la Iglesia, liderada por el arzobispo (Felix Aylmer), el rey da una jugada maestra y nombra a su amigo como Canciller de Inglaterra (un sin precedentes en un reino manejado por normandos).


Richard Burton y Peter O'Toole
A medida que los personajes van desarrollándose, Enrique se revela como un eterno adolescente y Becket como una carismática voz de la razón. El momento de la verdad, llega cuando, tras una exitosa gestión de Becket, Enrique se hace con varias plazas fuertes en territorio francés. Ante la muerte del arzobispo, Enrique decide dar otro golpe de efecto y desoyendo el consejo de Becket, le nombra arzobispo de Canterbury. El punto más urticante de la confrontación es el reclamo de la Iglesia de inmunidad eclesiástica. Pero con Becket al frente, el reclamo no solo sigue en pie sino que hay alguna excomunión de por medio. Amenazado, Becket huye de Inglaterra y se asila en la corte de Luis VII de Francia (John Gielgud), llegando hasta Roma, donde es recibido por Su Santidad (Paolo Stoppa). Ahí Becket se da cuenta que tal vez ha sido, literalmente, "más papista que el Papa", así que regresa y se prepara para retomar su cargo con las trágicas consecuencias que la Historia atestigua.

Un atentado fracasado

Los conspiradores: Kevin McNally, Christian Berkel, Bill Nighy, Tom Cruise, Terence Stamp, David Schofield, Kenneth Branagh
África del Norte, durante la época en que comienza a irle mal al Afrikakorps. El capitán Von Stauffenberg (Tom Cruise) expresa en su diario aquellas motivaciones "profundas" que darán pie a todo aquello que veremos en la película. El Führer Adolf Hitler está llevando a su país al desastre, y Stauffenberg está en desacuerdo con tal curso. Hay un ataque aéreo de aviones ingleses y las consecuencias son terribles para el protagonista: Pierde el ojo, la mano derecha y tres dedos de la otra. Convertido en héroe de guerra y ascendido, su pública disconformidad hace que sea contactado por el general de división Tresckow (Kenneth Branagh), conspirador que ya había llevado a cabo varios intentos de atentado contra la vida de Hitler. Tresckow introduce a Stauffenberg en un nuevo ambiente, una camarilla de políticos y militares disidentes que debaten la manera más práctica de quitarse de encima a Hitler y tomar el poder, para salvar al país de la derrota final. Mientras algunos vislumbran la posibilidad de arrestarlo o llevarlo a juicio, otros (como Stauffenberg), directamente proponen asesinarlo. Su plan consiste en utilizar la llamada "Operación Walkiria", nombre clave que involucra la movilización del ejército de reserva en Berlín en caso de invasión o muerte del Führer.

Si se puede modificar el contenido formal de la operación para dejar fuera de combate a las poderosas SS, por supuesto luego de eliminar a Hitler y a su sucesor inmediato, Himmler, hay posibilidad de que la conspiración logre el éxito. Tras algunas idas y vueltas, Stauffenberg marcha a la famosa "Wolfchanze", cuartel general del Führer en Rastenburg, donde logra acceder a la sala donde Hitler y sus generales examinan la estrategia del día. Es el momento del famoso atentado del 20 de julio de 1944, que ha pasado a la historia como el más importante de todos aquellos realizados contra la figura del canciller alemán. Es tras este episodio que se inicia el plato fuerte de la película, consistente en las exasperantes horas que siguen al atentado, con un intento de golpe de estado llamado a fracasar desde sus primeros minutos hasta el ocaso con los arrestos y fusilamientos compulsivos que han pasado a la historia.

Enlace

Burton a punto de ser liquidado por Percy Herbert, Niall MacGinnis y Christopher Rhodes
¿Qué es lo que propicia el magnicidio? ¿Ansias de poder, traición, defensa propia? Para Enrique II de Inglaterra, la muerte del líder de la Iglesia Católica en Inglaterra es la última carta en un abierto desafío de poder. Es cierto que luego vendría la canonización de Beckett (1) y la flagelación de Enrique, pero eso fue cuestión de alta política. Para Stauffenberg y sus conjurados, la motivación pasa menos por las cuestiones éticas mencionadas en el diario del susodicho que por una situación particular de la estrategia del período 1943-44. En un momento, el general Olbritch (Bill Nighy) exclama: "Será más difícil negociar con los malditos aliados en Berlín". Hitler era de la idea de no ceder un ápice de terreno y de resistir en todos los frentes a como de lugar. En cambio, la camarilla de políticos y militares disidentes vislumbraban un horizonte de tregua con los aliados occidentales no-comunistas y una alianza contra la Unión Soviética (2).


Hitler (David Bamber)
Sin embargo, hay una cuestión visceral y más natural, más humana, que es la que enlaza ambas películas. Enrique II y sus caballeros nobles, los agresores, eran todos normandos, en tanto que Beckett era sajón. Stauffenberg, Tresckow, Beck y varios de los conjurados, los agresores, eran aristócratas y militares de carrera prusianos o alemanes. Hitler era un cabo austríaco (3). ¿Cuánto más sustentada resultan estas tentativas, especialmente poniéndose en época, cuando se dividen las aguas por las clases sociales de los agresores y agredidos?

Darío Lavia



Notas:
1- Es interesante notar el siguiente enlace inverso: Becket, asesinado, es canonizado. En tanto, Hitler, que se salva, será demonizado por la Historia.
2- Hasta 1941, la situación de la Unión Soviética era extrañísima, debido al acuerdo de No-Agresión la ligaba a la Alemania nazi.
3- En dípticos previos, hablamos sobre la película La Cruz de Hierro de Sam Peckinpah y La Gran Ilusión de Jean Renoir, en la que se plasman esta diferencia social entre militares aristócratas y burgueses en ámbitos castrenses.

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