viernes, 6 de febrero de 2009

Becket y Valkiria

BECKET (Becket-1963) de Peter Glenville
VALKYRIE (Valkiria-2008) de Bryan Singer

Un atentado exitoso
Canterbury, 1170: El rey normando Enrique II (Peter O'Toole) se apresta a ser flagelado como penitencia por haber hecho ejecutar al Arzobispo de Inglaterra, ante cuyo mausoleo reflexiona como de ser su mejor amigo pasó a convertirse en su enemigo. Seguirá un flashback que abarca el resto de la película y que nos presenta al rey, joven, y a su mejor amigo, el sajón Thomas Becket (Richard Burton), con quien compartía aventuras picarescas tanto como decisiones de Estado. Ante la oposición de la Iglesia, liderada por el arzobispo (Felix Aylmer), el rey da una jugada maestra y nombra a su amigo como Canciller de Inglaterra (un sin precedentes en un reino manejado por normandos).


Richard Burton y Peter O'Toole
A medida que los personajes van desarrollándose, Enrique se revela como un eterno adolescente y Becket como una carismática voz de la razón. El momento de la verdad, llega cuando, tras una exitosa gestión de Becket, Enrique se hace con varias plazas fuertes en territorio francés. Ante la muerte del arzobispo, Enrique decide dar otro golpe de efecto y desoyendo el consejo de Becket, le nombra arzobispo de Canterbury. El punto más urticante de la confrontación es el reclamo de la Iglesia de inmunidad eclesiástica. Pero con Becket al frente, el reclamo no solo sigue en pie sino que hay alguna excomunión de por medio. Amenazado, Becket huye de Inglaterra y se asila en la corte de Luis VII de Francia (John Gielgud), llegando hasta Roma, donde es recibido por Su Santidad (Paolo Stoppa). Ahí Becket se da cuenta que tal vez ha sido, literalmente, "más papista que el Papa", así que regresa y se prepara para retomar su cargo con las trágicas consecuencias que la Historia atestigua.

Un atentado fracasado

Los conspiradores: Kevin McNally, Christian Berkel, Bill Nighy, Tom Cruise, Terence Stamp, David Schofield, Kenneth Branagh
África del Norte, durante la época en que comienza a irle mal al Afrikakorps. El capitán Von Stauffenberg (Tom Cruise) expresa en su diario aquellas motivaciones "profundas" que darán pie a todo aquello que veremos en la película. El Führer Adolf Hitler está llevando a su país al desastre, y Stauffenberg está en desacuerdo con tal curso. Hay un ataque aéreo de aviones ingleses y las consecuencias son terribles para el protagonista: Pierde el ojo, la mano derecha y tres dedos de la otra. Convertido en héroe de guerra y ascendido, su pública disconformidad hace que sea contactado por el general de división Tresckow (Kenneth Branagh), conspirador que ya había llevado a cabo varios intentos de atentado contra la vida de Hitler. Tresckow introduce a Stauffenberg en un nuevo ambiente, una camarilla de políticos y militares disidentes que debaten la manera más práctica de quitarse de encima a Hitler y tomar el poder, para salvar al país de la derrota final. Mientras algunos vislumbran la posibilidad de arrestarlo o llevarlo a juicio, otros (como Stauffenberg), directamente proponen asesinarlo. Su plan consiste en utilizar la llamada "Operación Walkiria", nombre clave que involucra la movilización del ejército de reserva en Berlín en caso de invasión o muerte del Führer.

Si se puede modificar el contenido formal de la operación para dejar fuera de combate a las poderosas SS, por supuesto luego de eliminar a Hitler y a su sucesor inmediato, Himmler, hay posibilidad de que la conspiración logre el éxito. Tras algunas idas y vueltas, Stauffenberg marcha a la famosa "Wolfchanze", cuartel general del Führer en Rastenburg, donde logra acceder a la sala donde Hitler y sus generales examinan la estrategia del día. Es el momento del famoso atentado del 20 de julio de 1944, que ha pasado a la historia como el más importante de todos aquellos realizados contra la figura del canciller alemán. Es tras este episodio que se inicia el plato fuerte de la película, consistente en las exasperantes horas que siguen al atentado, con un intento de golpe de estado llamado a fracasar desde sus primeros minutos hasta el ocaso con los arrestos y fusilamientos compulsivos que han pasado a la historia.

Enlace

Burton a punto de ser liquidado por Percy Herbert, Niall MacGinnis y Christopher Rhodes
¿Qué es lo que propicia el magnicidio? ¿Ansias de poder, traición, defensa propia? Para Enrique II de Inglaterra, la muerte del líder de la Iglesia Católica en Inglaterra es la última carta en un abierto desafío de poder. Es cierto que luego vendría la canonización de Beckett (1) y la flagelación de Enrique, pero eso fue cuestión de alta política. Para Stauffenberg y sus conjurados, la motivación pasa menos por las cuestiones éticas mencionadas en el diario del susodicho que por una situación particular de la estrategia del período 1943-44. En un momento, el general Olbritch (Bill Nighy) exclama: "Será más difícil negociar con los malditos aliados en Berlín". Hitler era de la idea de no ceder un ápice de terreno y de resistir en todos los frentes a como de lugar. En cambio, la camarilla de políticos y militares disidentes vislumbraban un horizonte de tregua con los aliados occidentales no-comunistas y una alianza contra la Unión Soviética (2).


Hitler (David Bamber)
Sin embargo, hay una cuestión visceral y más natural, más humana, que es la que enlaza ambas películas. Enrique II y sus caballeros nobles, los agresores, eran todos normandos, en tanto que Beckett era sajón. Stauffenberg, Tresckow, Beck y varios de los conjurados, los agresores, eran aristócratas y militares de carrera prusianos o alemanes. Hitler era un cabo austríaco (3). ¿Cuánto más sustentada resultan estas tentativas, especialmente poniéndose en época, cuando se dividen las aguas por las clases sociales de los agresores y agredidos?

Darío Lavia



Notas:
1- Es interesante notar el siguiente enlace inverso: Becket, asesinado, es canonizado. En tanto, Hitler, que se salva, será demonizado por la Historia.
2- Hasta 1941, la situación de la Unión Soviética era extrañísima, debido al acuerdo de No-Agresión la ligaba a la Alemania nazi.
3- En dípticos previos, hablamos sobre la película La Cruz de Hierro de Sam Peckinpah y La Gran Ilusión de Jean Renoir, en la que se plasman esta diferencia social entre militares aristócratas y burgueses en ámbitos castrenses.

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