lunes, 28 de febrero de 2011

El Jefe y Outrage

EL JEFE (1958) de Fernando Ayala
AUTOREIJI (Outrage-2010) de Takeshi Kitano


Cinco secuaces y un "culpable"Entre jefes...
El joven Marcelo (Leonardo Favio), integrante de una familia antiguamente acomodada pero hoy en quiebra, es llamado por un amigo (Luis Tasca) que está reclutando a diversos colaboradores: el escritor Carlos Solari (Duilio Marzio), los hermanos Ruiz (Ignacio Quirós y Emilio Alfaro), el compadrito "Gomina" (Héctor Rivera). Todos se reúnen al llamado de Berger (Alberto de Mendoza), que posee un "trabajito" para el siguiente domingo. Berger es el "Jefe" y el plan es suplantar a unos martilleros y montar un falso remate de tierras para hacerse con un capital importante en poco tiempo. A pesar de algunas desprolijidades, el "golpe" sale bien y los timadores huyen a tiempo, para repartir el botín en un aguantadero en la costa. Berger conoce a una joven, Mima (Graciela Borges), con la que comparte la ambición por hacer dinero rápido. Ambos son jóvenes y saben lo que quieren. Mima aporta algunos contactos y coopera en un nuevo timo. Con el capital, Berger funda una revista para adultos, "Medianoche", cuya atrevida tapa permite que el primer número se agote enseguida. Berger regresa a festejar con sus socios y Mima recalca:
- ¡Cómo cuidas a tu gente!
- La cultivo - corrige Berger, y agrega -, por eso me responden. ¡Hago así - chasquea sus dedos - y los tipos a la órden! Pero eso lleva tiempo, no vayas a creer. Hay que estudiarlos, conocer sus gustos, sus pequeñas vanidades, hasta sus resentimientos y que quieren tener. Doy y me dan... y terminar por querer lo que yo quiero. ¿Te das cuenta?
- Ahá - asiente Mima -. Sos un "Jefe".


Sin embargo, semejante arrogancia tendrá veloz castigo. Festejando con los muchachos, una chica muere accidentalmente y Berger trata de inculpar a Marcelo, ya que es el más dócil. Una noche en la comisaría bastará para que "el Jefe" se derrumbe sobre si mismo, decepcionando a sus acólitos y dando la razón a aquellos que guardaban dudas.

Uno de los trabajitos de Otomo...y lugartenientes...
Kitano es Otomo, un sicario con subalternos y todo que reparte sus servicios para diversas jerarquías mafiosas, cada una de las cuales quiere eliminar a la otra. La trama es simple y compleja a la vez y consiste en la depuración de al menos una docena de personajes, entre secuaces, subjefes, zares e incluso, un ridículo funcionario de embajada. Las fuerzas policiales tratan de mantener estos asuntos bajo control, mientras retiran puntualmente el sobre de la mansión del jerarca de turno. Los métodos, tácticas y estrategias de cada uno; las violentas torturas, tanto sugeridas como infringidas (los yakuza debe cercenarse un trozo de dedo meñique en señal de perdón); las ejecuciones o persecuciones, impiadosas y metódicas; todo está friamente representado, en entornos modestos (una oficina, un bar, un baño turco, las "oficinas" de los mafiosos...) con diálogos escuetos, significativos y una agresividad permanente, desde el trato entre camaradas hasta, desde luego, los enfrentamientos entre adversarios.


A veces, las torturas también se complican......enlaces...
¿Por qué estamos tan necesitados de ser regidos por alguien que creemos superior y que nos parece va en nuestra misma dirección? ¿Por qué somos incapaces de ver nada negativo cuando el carisma del Jefe nos seduce... o bien, nada positivo cuando nos cae antipático? ¿Por qué unos se dejan pastorear dócilmente y otros albergan animadversión y rebeldía, ambos sin ningún motivo o fundamento sólido? ¿Son atributos de la autoridad la sinceridad, la honestidad, la nobleza o es que tales elementos son un defecto para cualquiera que intente ser jefe? EL JEFE nos demuestra algunas de las reglas que todo individuo que pretenda manipular personas debe observar. La variedad de sus secuaces refleja ampliamente el espectro del pueblo argentino (el joven acomodado, el intelectual, el de clase media baja, el obrero, el desocupado) y la candidez está presente en todos. El exceso de candidez, por ende, explica tanto la seducción y el fracaso del jefe así como su sucesión (cuando cae De Mendoza, el personaje de Quirós intenta imponerse como sucesor). Es que ningún jefe que se precie realmente se preocupa por sus subordinados sino por convercerlos de que se preocupa.

Alberto de Mendoza a punto de solucionar
todo frente a la policía (Fabio Zerpa)
...vamos formando
Una de las causales fundamentales de ascenso - y también de defunción- de todo tipo de personajes con poder (sean simples maleantes marginales hasta los grandes zares de las corporaciones internacionales, pasando por políticos, sindicalistas, empresarios, etc.) fue, es y será la traición. OUTRAGE nos presenta no solo la traición como herramienta, sino también como directiva de acción. La estabilidad implica ese silencio que precede a la tormenta. De ahí que en vez de dedicarse a disfrutar lo conseguido, nuestros yakuzas se dedican a conspirar y a tratar de engullir a esos mismos rivales que, en apariencia, juegan a respetar.

Nuestros films de la noche nos presentan dos estratos del mundo del hampa que solo se diferencian por la gravedad de los delitos y crímenes que perpetran. Pero la lógica, el concepto básico de funcionamiento de ambas organizaciones respecto de la autoridad es idéntico entre ambas... y tiene, es hora de reconocerlo, interesantes paralelos con nuestra propia sociedad que vive bajo el cobijo de la ley. Manipular subordinados o traicionar jefes es parte de las reglas de ascenso y caída, de ganar o perder... de vivir o dejar de hacerlo.

Dedicado a David Viñas (1929-2011), escritor de izquierda y antiperonista, autor del cuento original en que se basó EL JEFE.
Dedicado también a Nikolái Gogol, con una de cuyas frases se inicia EL JEFE: "Si te miras a un espejo y no te gustas, no culpes al espejo".

Darío Lavia



De yapa, un breve ballet verbal entre el policía corrupto (Sôichirô Kitamura) y el yakuza caído en desgracia (Beat Takeshi):

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