Paisa y Gomorra
PAISÀ (Paisa-1946) Roberto Rossellini
GOMORRA (Gomorra-2008) Matteo Garrone
La tragedia de un país
- Episodio I: En Sicilia, durante el desembarco aliado, una joven (Carmela Sazio) guía a los soldados americanos y se queda con uno de ellos (Robert Van Loon). Una bala alemana alcanza al soldado y la chica adopta una trágica decisión.
- Episodio II: En Nápoles el pequeño sciuscià Pasquale (Alfonsino) limpia las botas a un soldado negro (Dots Johnson). En un descuido, el chico huye con las botas y el soldado lo persigue, llegando a un vecindario carenciado que le provoca un golpe de sorpresa.
- Episodio III: En Roma, la prostituta Francesca (Maria Michi) cuida a un soldado ebrio (Gar Moore) mientras queda de manifiesto la flagrante realidad del mercado negro y la denigración humana.
- Episodio IV: En Florencia la joven enfermera Harriet (Harriet White) indaga el paradero de su enamorado, un partisano de nombre Lupo. Pero se encuentra con un camarada malherido (Renzo Avanzo), que le revela trágicas noticias.
- Episodio V: En la Romaña tres capellanes americanos (William Tubbs, Elmer Feldman y Newell Jones) llegan a un convento donde solicitan cobijo a cambio de chocolates y conservas. Una insólita situación se da cuando los monjes descubren que uno de los capellanes es judío y el otro protestante.
- Episodio VI: En la desembocadura del Po, unos partisanos junto a un agente americano del OSS (Dale Edmonds) tratan de rescatar a unos aviadores ingleses derribados. Pero una patrulla alemana los descubre y hace que una operación que debía ser rutinaria se transforma en una carnicería.
Siglo nuevo, tragedia nueva
- Historia de TOTÒ: Un joven repartidor de mandados de 13 años, Totò (Salvatore Abruzzese), cumple algunos favores a los maleantes locales, así que se hace merecedor a un "ritual de iniciación", paso previo a serle asignados sus primeros "mandados" delictivos.
- Historia de DON CIRO: Don Ciro (Gianfelice Imparato) es otro repartidor, pero no de mandados, sino de "pensiones", es decir, dinero con que los líderes mafiosos indemnizan a sus integrantes jubilados o a las familias de los miembros arrestados. Su conflicto surge cuando es apresado por dos desertores del clan y tiene que ofrecer sus servicios para salvar el pellejo.
- Historia de FRANCO y ROBERTO: Roberto (Carmine Paternoster) es un joven profesional que es tomado como ayudante por Franco (Toni Servillo), que se dedica al negocio de los desperdicios tóxicos. A medida que aprende como es su trabajo, va conociendo los millonarios beneficios que reporta el disponer de los deshechos industriales de las empresas.
- Historia de PASQUALE: Un sastre (Salvatore Cantalupo), cansado de la explotación que significa trabajar para su jefe, toma un empleo nocturno para una textil de chinos que le ofrecen más dinero, pero para lo cual debe ir oculto en la cajuela de un automóvil. El ingreso extra no se compara con la vendetta que sobreviene cuando su nueva actividad es descubierta.
- Historia de MARCO Y CIRO: Marco (Marco Macor) y Ciro (Ciro Petrone) son dos jóvenes rebeldes, que juegan con fuego al tratar de labrarse un nombre ante los patriarcas de la mafia. Primero sustraen droga a unos narcotraficantes africanos y luego roban un cargamento de armas de fuego, llamando la atención de los zares del crimen, pero no para bien sino para quitarse de encima a semejantes inadaptados.
Enlace
Suena lógico que el cine italiano, teniendo el precedente del gran Boccaccio, haya optado por describir la tragedia de su país a través del cuento, así como Inglaterra - con su Chaucer - ofreció sus horrores a través de compilaciones de relatos fílmicos que hoy gozan de gran aceptación entre los aficionados. En primer lugar, Roberto Rossellini trató de plasmar un collage de cuentos no relacionadas entre si [1] que fueran cubriendo el arduo y doloroso período conocido como la "Liberación", es decir, la expulsión del otrora aliado teutón. Del Sur al Norte, Paisa representó no solo un crudo testimonio del paso de la guerra por suelo italiano sino también una piedra fundacional del neorrealismo junto con su precedente ROMA, CITTA APERTA (Roma, Ciudad Abierta-1945), que tal vez el camarada Flores se digne algún día en ofrecer en claro díptico con alguna pieza de cine oriental o incluso un western.
Gomorra, en pleno siglo XXI, con computadoras, derechos humanos por doquier y una Europa occidental libre de guerras, nos ofrece una digna conclusión para el enlace que tenemos pensado ofrecer al caro lector. Los hechos plasmados por el director Matteo Garrone, tomados de la novela homónima de Roberto Saviano [2] que detalla las reglas, leyes y negociados del mundo del hampa napolitano, nos presentan a la tenebrosa "Camorra" como un país dentro de otro, no fuera sino a la sombra del sistema legal italiano. Un submundo con su propio sistema de circulación de dinero que también interactúa económicamente con el exterior y en forma totalmente legal (o al menos, no ilegal). Semejante visión, que contrasta penosamente con la del felm de Rossellini, nos aturde y nos abre un mar de preguntas. ¿Necesita una nación de la figura de la guerra, una causa, una injusticia generalizada, para encontrar el camino a la unidad, al equilibrio, a la dignidad? ¿Es el mundo del crimen la otra cara de la sociedad organizada, o es la consecuencia de la ausencia de guerras [3] y conflictos que hagan peligrar el estado y la paz interior? ¿Hasta que punto los países latinoamericanos tenemos nuestras propias "Gomorras" que, entre otras cosas, posibilitan que gire el círculo económico y que haya un poco para todos? ¿Cuán discutibles son estas preguntas?
Darío Lavia
Dedicado a Matías Marini, cuya página ud. puede visitar haciendo un click en el enlace correspondiente a su derecha nomás.
Notas:
1: Entre los autores de las historias destacamos a los futuros directores Federico Fellini, Marcello Pagliero también guionistas) y al escritor Vasco Pratolini.
2: La novela provocó convulsión en el mundo literario, pero también significó un cambio radical en la vida de su joven autor, Roberto Saviano quien, a partir de su publicación en 2006, ya no pudo vivir sin escolta permanente debido a las continuas amenazas por parte de los zares del crimen que se vieron mortificados tal vez no tanto por el periodista que profanó sus secretos sino más que nada por el éxito mundial del asunto.
3: Siempre en el papel de "mala de la película", hasta ahora la Guerra ha venido perdiendo adeptos y periodicidad en las últimas décadas. Las consecuencias económicas, sociales y, especialmente, humanas, aún no están del todo claras. Mucho podría decirse del efecto benévolo de las Guerras para el desarrollo humano, aunque no hay muchos capacitados para decirlo de manera lúcida.
3 comentarios:
Desgraciadamente no vi ninguna de las dos películas, así el valor de un eventual aporte mío en ese sentido es nulo. Sólo quería señalar, con respecto a una afirmación tuya en el final, que el efecto benévolo de las guerras en el desarrollo humano es comparable al efecto benévolo de una enfermedad terminal que te hace vivir más intensamente el tiempo que te queda de vida: el carácter pedagógico de los contratiempos o las desgracias es algo conocido, pero de ahí no se
sigue que sea deseable (o ni siquiera tolerable) una catástrofe para facilitar el crecimiento personal o colectivo.
El supuesto efecto benévolo está en el esfuerzo por sobreponerse a la adversidad, no en la adversidad misma. Yo puedo envidiar la fuerza de voluntad de Stevie Wonder o Ray Charles y el efecto positivo que ello tuvo en su carrera artística ¡pero jamás envidiaría su ceguera!
Además de que de no percibo la utilidad de ese efecto si uno no sobrevive a esa guerra, queda gravemente lisiado o pierde a toda su familia en ella.
Un abrazo
"Los antibelicistas no son sinceros, yo no tengo vergüenza de las guerras, no puedo tenerla. ¿Qué sería de nosotros sin la Revolución Francesa, sin la Revolución Americana, incluso sin las dos guerras mundiales?"
Citado de Jorge Luis Borges, Revista Primera Plana, Año VII Nro. 325
Pero eso no es "el efecto benévolo de las guerras": es una lucha por una causa justa que obligó a emplear las armas para defenderla. El efecto benévolo de nuestra independencia se da per se, no porque se la haya ganado en el campo de batalla: la guerra en sí no trajo ningún beneficio, al contrario.
Tampoco es que sostengo que toda guerra es ilegítima, no soy un pacifista absoluto a la manera de Gandhi: sí sostengo que la violencia es una herramienta que, por sus enormes costos, debe ser evitada hasta que no haya otra alternativa.
Y, por otra parte ¿Borges no condenó la Guerra de las Malvinas en su Juan López y John Ward? ¿Seguro que no se avergonzó?
Un abrazo
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