El Estudiante de Praga e Impostor
DER STUDENT VON PRAG (El Estudiante de Praga-1913) de Paul Wegener y Stellan Rye
IMPOSTOR (Impostor-2002) de Gary Fleder
Estudiante
El joven estudiante Balduin (encarnado en el extenso cuero de Paul Weggener *) está apesadumbrado porque carece de dinero para llevar a cabo lo que cualquier joven de su edad querría: Divertirse, vivir la vida, etc. Cuando el protagonista conoce al Dr. Scapinelli (John Gottowt), que le ofrece 100 piezas de oro a cambio de "algo de su habitación", Balduino ve la solución a todas sus angustias. Sin pensarlo dos veces, el estudiante accede y el excéntrico personaje se lleva el reflejo del protagonista en el espejo. Con este dinero, el joven puede darse el lujo de cortejar a una dama aristocrática (Grete Berger), pero es desafiado a un duelo por el Barón Waldis (Lothar Korner), el novio de la dama que, a su vez, es primo de Balduin.
Cuando el tío del Barón (Fritz Weidemann) oye acerca de dicho duelo, pide a Balduino (a la sazón, el más certero esgrimista de la ciudad) que se aleje de su sobrino y el estudiante, como buen alma, accede. Decide acudir a la cita por motivos formales, pero al llegar descubre que aquel reflejo que se llevara Scalpinelli acaba de dar muerte al Barón. A partir de ese momento será un juego de gato y ratón entre ambos Balduinos, hasta que solo uno de los dos quede en pie.
Impostor
Un prólogo nos pone en situación: Alfa Centauro está en Guerra contra la Tierra (debe ser un honor para un planeta como el nuestro estar en guerra contra una estrella, pero bueno, en este universo dickiano los enfrentamientos son así de dantescos) y las principales ciudades del mundo son atacadas letalmente; los stock footage (cortesía de ARMAGGEDON) que nos muestran destrucciones urbanas nos indicarían que estamos por presenciar un filme de clase B, tal vez no en presupuesto pero sí en espíritu. La Humanidad se ve obligada a desarrollar inmensos domos que protegen de agresiones externas y que también ofrecen pantallas gigantescas para anuncios publicitarios como los imaginados por Villiers en el cuento "L'Affichage Céleste" (La Cartelera Celeste-1883). En este marco tenemos a Spencer Olham (Gary Sinise) felizmente casado con la Dra. Maya (Madeleine Stowe), que viven en una casa tecnológicamente moderna de una innombrada ciudad en el año 2079. Spencer es el desarrollador, junto con su amigo Nelson (Tony Shalhoub) de un artefacto de destrucción masiva que es el as oculto que volcará el destino de las hostilidades a favor del Ser Humano. El líder terraqueo de turno es "la Canciller" (Lindsay Crouse), que en breves horas planea anunciar al mundo la nueva arma. Entra en escena Hathaway (Vincent D'Onofrio), jefe de seguridad, que arresta y tortura a Spence bajo el cargo de ser un impostor, en verdad un cyborg alienígena dotado con una bomba en una de sus cavidades coronarias cuya misión (supuestamente) es la de acercarse lo más posible y hacer volar a la Canciller. Spencer se declara inocente y exige pruebas. Por supuesto (argumenta Hathaway), el cyborg es tan perfecto que ignora concientemente su misión, esgrimiendo todo tipo de falacias ad misericordiam en pos de obtener un trato justo y "humanitario", lujos que el propio Hathaway no se va a permitir.
A punto de ser sometido a una comprobación mortal (una sierra le abrirá el pecho en busca de la supuesta bomba), Spencer escapa de la mesa de operaciones y se comunica por videófono con su esposa, comprendiendo que hasta ella guarda dudas sobre la identidad de su marido. Mientras Hathaway debe rendir cuentas al Secretario de Defensa (Clarence Williams III), Spencer inicia una liberadora etapa de "descenso a las tinieblas" similar a la vista en MINORITY REPORT (Minority Report: Sentencia Previa-2002), en la que conoce un submundo marginal donde él mismo se convierte en un marginal haciéndose extirpar el chip de identidad (que todo ciudadano posee bajo la piel de la espalda). Spencer pacta con Cale (Mekhi Phifer), un joven delincuente que desea cobrar la recompensa que las Fuerzas del Orden han puesto por entregar al fugitivo: Spencer conducirá a Cale al Hospital de Veteranos donde trabaja Maya, donde el primero podrá realizarse un test médico que probará su identidad, y donde Cale obtendrá las medicinas necesarias para salvar a su mujer. No sin esfuerzo, nuestros héroes llegan al Hospital que, para agregar tensión, ya se encuentra custodiado por el javertiano Hathaway y sus hombres. A partir de ahí será un juego de gato y ratón con infinidad de idas y vueltas, hasta que la acción lleve a Spencer y Maya a una zona boscosa donde están los restos de la nave en que el supuesto impostor llegó a la Tierra y que, según cree el protagonista, está el cadáver del cyborg que nunca llegó a reemplazarlo. Para este punto Hathaway está convencido de su error y que Spencer es el auténtico Spencer, así que le ruega que no abra dicha compuerta. Pero no vaya a ser cosa de un nuevo truco de su némesis, Spencer abre la mentada nave, observando azorado el cadáver de su esposa: Maya es la replicante, cayendo inmediatamente cosida a balazos por las fuerzas de Hathaway. Mientras los soldados retiran el cadáver de la auténtica Maya y exploran los restos de la nave, Spencer se abraza al cadáver de la replicante, llorándola como auténtica. Hathaway se acerca en plan "todo terminó", cuando los soldados descubren otra compuerta y otro cadáver: El del auténtico Spencer. Mientras Hathaway y el resto de los espectadores razonamos "así que marido y mujer replicantes", las pupilas de Spencer se ennegrecen y se desata una explosión dantesca cuyos fulgores, queremos creer (según reza el final del cuento de Dick), "se dejaron ver hasta Alfa Centauro".
Enlace
En "El Congreso", cuento de Jorge Luis Borges, el protagonista se pregunta si plantear una asamblea que represente a todos los hombres del mundo es materia tan ilusoria como "fijar el número exacto de todos los arquetipos platónicos". Debemos reconocer que nuestro enlace de la noche se erige en torno a un arquetipo frecuentemente visitado por distintas películas de todo tipo de géneros, nacionalidades, épocas y estilos (y para ejemplificarlo elegimos aquellos más alejados entre sí, no solo cronológica sino estéticamente). Se trata del tópico de los "dobles". Hay (queremos creer) muchas más películas de las que uno cree que están incluídas dentro del tópico. Para respaldar dicha afirmación digamos que los pilares del cine de terror lo están: El Dr. Jekyll tiene un "alter ego" malvado (el Sr. Hyde), el Hombre Lobo es un alter ego animalizado y el Dr. Frankenstein se crea uno con medios científicos. El "doble" también aparece en los varias veces filmados casos del Sr. Pelham o el William Wilson de Poe ** (El Estudiante de Praga lo es), siendo una presencia simbólica en cuanta película con héroe con identidad secreta (Zorro, Sombra, Superman y un larguísimo etcétera).
De esta manera, ya insertos en el válido plano del "cine de dobles" notaremos diferentes niveles de enlace entre El Estudiante... e Impostor:
1
- Balduino percibe el nacimiento de su doble (cuando su reflejo sale del espejo y se marcha con Scarpinelli).
- Spencer percibe el cadáver de su original y muere (cuando ve el cadáver del Spencer auténtico).
2
- En ambos filmes el doble es un Yo totalmente autónomo que se encamina al caos. De esta manera, el doble de Balduino da rienda suelta a sus sentidos, especialmente cuando sus actos tengan una repercusión negativa en el Balduino original. Antes de su arresto, el doble de Spencer recuerda el caso de Robert Oppenheimer, que en durante la II Guerra lideró el grupo de científicos que inventó la bomba atómica y luego quiso evitar que semejante monstruo fuera utilizado para agredir al Ser Humano (hemos hablado sobre el caso en un díptico pasado). Tranquilamente esta sutil línea crítica a su propio proyecto pudo haber aumentado hasta convertirse en una auténtica oposición tendiente a una situación caótica.
3
- El doble de Balduino surge en un concepto mágico y Balduino comete el error de intentar darle muerte por medios materiales (un balazo). Así mata a su doble y, automáticamente, se da muerte a si mismo.
- El doble de Spencer surge en un concepto natural y tecnológico (si bien extraterrestre). Pero la resolución se opera en el campo inmaterial cuando el Spencer impostor toma conciencia de quien es.
4
- Balduino, en todo momento, está al tanto de la existencia del "Otro". No tiene que experimentar proceso de convencimiento, más allá de ver las consecuencias de los actos nefastos del otro.
- Spencer, en cambio, es un doble tan exacto que también tiene recuerdos y sensaciones de un pasado que no vivió. Por eso su proceso de convencimiento toma la película misma.
Tener un doble implica problemas graves que, atendiendo a los casos de Balduino y Spence, se resuelven con la autodestrucción. La duplicidad trae acarreada, casi por obligación, la necesidad de cada una de las partes por eliminar a la otra. Es que paradójicamente a que el mundo puede albergar a varios miles de millones de seres humanos, no es lo suficientemente amplio como para tener a una misma persona por duplicado.
Darío Lavia
*: Es de notar que Wegener tenía 40 años al momento de hacer esta película.
**: Hemos hablado de una versión de William Wilson en un antiguo díptico.
1 comentario:
Muy interesante como siempre tu trabajo Dario, pereo sobre todo,por sacar a la luz esa rareza de película como es "El estudiante de Praga", pienso que pocos o muy pocos (yo incluido), ha visto esta película. Saludos!!!
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