jueves, 29 de octubre de 2009

El Gabinete del Dr. Calegari y Matrix

DAS CABINET DES DR. CALIGARI (El Gabinete del Dr. Calegari-1920) de Robert Wiene
THE MATRIX (Matrix-1999) de The Wachowski Brothers


Francis (Friedrich Feher) nos relata una historia, de como él y su amigo Alan (Hans Von Twardowsky) visitan la feria donde una de las principales atracciones es Cesare (Conrad Veidt), un hombre que ha estado dormido durante 25 años. Cesare es exhibido en el Gabinete del Dr. Caligari (Werner Krauss), como un sonámbulo que manifiesta poderes de profecía. Alan pregunta cuánto va a vivir y Cesare responde que "hasta el alba". Por la noche, Caligari es quien ordena a su durmiente matar a Alan, aunque termina iniciando una serie de crímenes. Cesare intenta secuestrar a la bella Jane (Lil Dagover), así que Francis se propone desenmascarar al falso pregonero, descubriéndolo como director de un asilo para dementes. Caligari, obsesionado por demostrar si los sonámbulos son capaces de matar, también tiene como pacientes a Francis, Jane y también Cesare... ¿o esa es la ilusión que nos crea este mago de la fascinación macabra?


Thomas Anderson (Keanu Reeves), un pirata informático de poca monta, se dedica de día a tareas de programación comunes y corrientes. Pero por la noche, bajo el pseudónimo de "Neo", se convierte en un hacker de cuidado. Thomas se ve enfrentado a una cadena de extraños sucesos y a una legendario hacker que se hace llamar "Morpheus" (Larry Fishburne). Debido a que Morpheus está en la lista de terroristas buscados por el FBI, las fuerzas del orden, lideradas por un misterioso "hombre de negro" (Hugo Weaving), van en busca de Thomas. Trinity (Carrie-Anne Moss), una extraña emisaria, contacta a Thomas y lo conduce con el mismísimo Morpheus, que le incita a "despertar de su sueño", ofreciéndole una píldora roja. Pero para el caso que prefiera abstraerse de ese delicado compromiso, le da una píldora azul, que le hará olvidar el trance y despertar pensando que todo ha sido un sueño. Tras cavilar, el protagonista ingiere la píldora roja... para despertar al "mundo real", una matriz de embriones en que cada persona está inmóvil y reducida a un estado básico de denigrante esclavitud. Esta será una auténtica revelación para Thomas, que lo decidirá a tomar la identidad de "Neo" para asumir la liberación del ser humano de ese horrorosa sistema y cumplir profecías de un oscuro pasado.

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Imagínese que determinados fragmentos de la realidad fueran un mero velo tras el cual se enmarca algo distinto, completamente desconocido, opuesto a lo que el sentido nos permite percibir, algo de lo que esa realidad fuera menos que una ilusión. Esta idea, que ha dado pie a refranes como "las apariencias engañan", es hoy tan corriente que ante una imagen dudosa, se hace simple deducir lo oculto por mera oposición. De esta manera, si una hilera de libros se ve muy uniforme y prolija, es probable que detrás oculte un compartimento secreto y que ni siquiera sean libros; un cuadro rectangular ocultará una caja fuerte rectangular; un bastón tendrá en su interior una cuchilla de tamaño inferior a la longitud del bastón.

La auténtica sorpresa que aportan nuestras películas seleccionadas, tanto el clásico del cine de 1920 que figura en todo libro de historia que se precie como el moderno film de culto de 1999 con el que pareció haberse introducido el famoso "cyberpunk" en el 7mo. Arte, es la delimitación de la ilusión que engaña los sentidos, el perímetro de esa apariencia y la naturaleza de lo que está oculto detrás.

En principio, Francis enmascara la gélida realidad del asilo en que está internado como una ciudad completa, con sus casas geométricamente distorsionadas y sus muebles abombados. Esa "ficción" en que vive está delimitada por el nosocomio en que reside, pero esto sólo lo percibimos al finalizar la película. El mismo problema, pero exáctamente opuesto, es el que sufre Neo, viviendo una ficción onírica creada para ocultar por una realidad que es el equivalente fantástico de la ficción de Caligari, un mundo de seres humanos dormidos y quirúrgicamente enquistados de tubos, que viven para alimentar a las máquinas que dominan la matriz. De esta manera, realidad-ficción, sanidad-locura, conformismo-rebeldía y vigilia-sueño son magnitudes de significación clara pero dificultosa identificación y complejo mensuramiento [1].

Darío Lavia

Notas



1- Con lo cual, ¡puta que vale la pena seguir sorprendiéndose...!

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