La Avalancha y El Sueño de Cassandra
DIE LAWINE (La Avalancha-1923) de Michael Curtiz
CASSANDRA'S DREAM (El Sueño de Cassandra-2007) de Woody Allen
Victor Varconi y Lilly MarischkaMarido y mujer
Un joven (Victor Varconi*), en camino a su boda con una joven de sociedad (Lilly Marischka), es interceptado por alguien que le informa que su querida tía (Mathilde Danegger) está muy enferma. En el lecho de muerte, la vieja le pide que respete su última voluntad: Hacerse cargo del bebé que le dejó a una joven madre soltera (Mary Kid). Pasan 2 años, y nuestro sufrido protagonista se va a vivir a los Alpes, en una cabaña, junto a su esposa e hijo (el simpático Walter Marischka). Su vida está encausada y todo fluye en armonía (trabajo, amor, etc.) hasta que hace su aparición "la Otra", aquella novia que dejara plantada el día de su boda, ahora convertida en una vampiresa de objetivos claros y métodos nada sutiles.
Ewan McGregor y Colin FarrellHermanos
En la Londres contemporánea, dos hermanos de personalidades opuestas (Colin Farrell y Ewan McGregor), son unidos y sensibles ante la vida y los respectivos proyectos de cada uno. El primero es mecánico honesto, pero también apostador compulsivo que gana y pierde grandes cantidades. El segundo, enamorado de una joven actriz (Hayley Atwell), planea invertir en hoteles en California, para lo que dejará el restoran paterno (John Benfield). La madre de ambos (Clare Higgins), anuncia un día la llegada a la ciudad del querido y rico Tío Howard (Tom Wilkinson). Es la oportunidad para ambos hermanos, de solucionar cuestioncitas económicas de diversa urgencia y de superar de una vez para siempre todos los problemas.
Varconi y Mary KidCruzando la línea
Volvemos al matrimonio de la cabaña. Aparece la Otra pero es rechazada por el joven marido, que trata infructuosamente que su esposa no se de cuenta lo que pasa. Ella le propone una última cita y luego se irá para siempre. La joven esposa (las mujeres no son nada tontas para percibir injerencias femeninas foráneas) se adelanta y marcha al punto de encuentro advirtiéndole a la vampiresa que deje de romper los cataplines. Llega el marido para poner orden a sus mujeres, y decide escoltar a la Otra hasta su hotel, como mera cortesía pero a regañadientes. Sin saberlo está cruzando la línea.
Más acá en el tiempo, el Tío Howard les promete todo el dinero que sus sobrinos necesitan, pero les pide un favor a cambio: Deben eliminar a un molesto adversario laboral (Philip Davis) que puede hacerle un agujero judicial. Es un punto de inflexión que descoloca a los dos protagonistas. Hay 1.001 justificaciones y detalles, pero matar es un asunto serio e implica también cruzar el límite.
Tío Howard (Tom Wilkinson) explica su planFinis
Mientras en la película de Curtiz, una avalancha casi mata a la esposa y al niño (son salvados por un pastor alemán émulo de Rin-Tin-Tin y por un maestro de escuela cuyo nombre no ha sido acreditado en el felm), el marido estrangula a la vampiresa y huye, siendo perseguido por una docena de policías en esquíes (el final a toda orquesta ocurre bajo otra avalancha). En la de Woody Allen, luego de muchas idas y vueltas, los hermanos matan al enemigo del Tío Howard. A pesar que el crimen no tiene testigos, la vida se hace difícil después del crimen ya que la conciencia remuerde a uno de los hermanos (Farrell), que avisa al otro que no puede vivir con semejante culpa y que por eso planea entregarse, sin involucrar a nadie. Viendo peligrar su futuro, Ewan planea matar a su hermano, pero ha llegado demasiado lejos, y en un ataque de rabia, pelea con resultados trágicos: Un hermano mata al otro y el sobreviviente, desesperado, se suicida **. En tanto, las novias de ambos, ignorantes de la tragedia, van juntas de compras.
Varconi le da paz eterna a la vampiresaEnlace***
El cruzar la línea, nos explican ambas películas, causa que el damnificado quede desequilibrado y ya no encuentre sosiego, haya o no complicaciones posteriores. Pero vayamos a una 2da. lectura más interesante. Los hermanos de El Sueño de Cassandra se deciden a cometer el crimen, según intentan convencerse, para ayudar al Tío que siempre fue generoso con la familia. La familia es lo más importante, más allá de toda ética o moral. La lente del neoyorkino Woody no profundiza en sus personalidades para ver si realmente creen eso o bien si esa es la excusa y el auténtico motivo es el dinero. Exáctamente lo mismo queda plasmado en el filme del húngaro Curtiz, ya que nunca entra en la mente del joven marido para desentrañar si le llama la atención tener algún affaire con su antigua novia, si realmente ama a su esposa, o si no ama a ninguna de las dos y todo le da lo mismo.
Pero calma. No profundizar en las psiques de los protagonistas es algo común, podemos creer a priori, en el cine liviano y en los directores secundones. Pero esta vez refutamos esa idea respaldando la tesis de la conducta más íntimamente humana. A las personas no les gusta profundizar en sí mismas así como tampoco exteriorizar sus auténticas naturalezas. A veces es tan oscuro el lugar donde se encuentra la verdadera motivación que, o bien, no nos atrevemos a adentrarnos, o si llegamos a hacerlo, nunca lo revelamos. De esta manera, el filme de Curtiz de 1923 y el de Allen del 2007 son profundamente superficiales.
O superficialmente profundos.
Saludos a Hayley Atwell
Darío Lavia
* En el felm aparece acreditado como "Michael Varkonyi"
** El diptiquista aficionado podrá pensar en comparar El Sueño de Cassandra con una gran película de Sidney Lumet, Antes que el Diablo Sepa que Estás Muerto, pero sus parecidos son más de concepto que de fondo y sustancia.
*** Lo reservamos para las notas al pie, pero en ambas películas el conflicto lo plantean, respectivamente, una tía y un tío.
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